“No hay otra dirección posible que no sean los camiones eléctricos”

Esta fue una de las conclusiones del debate celebrado en torno a la logística eléctrica durante el Global Mobility Call. Un sector que aunque solo representa el 4% de los vehículos, sus emisiones son “desproporcionadas”, según los expertos. Un nicho muy pequeño, que sin embargo, aseguran es fundamental para cumplir con los compromisos medioambientales. 

 

global mobility call

¡Los camiones de emisiones cero ya están aquí! Cómo acelerar la transición. Bajo este lema se celebró un interesante debate en torno al futuro de la logística y su probable electrificación. La transición está aquí, la cuestión es entender cuáles son cuáles son los aspectos positivos, acompañar a las empresas, entender las barreras y aprovechar al máximo los fondos disponibles”, arrancó la charla la moderadora, Sita Holtslag, de Calstart Direve To Zero. “Estamos pasando por el principal cambio del transporte desde que abandonamos los carros de caballos y pasamos al motor de combustión. No debemos olvidarlo, no es ciencia ficción, los camiones eléctricos existen y tenemos que trabajar con otros representantes impulsar este cambio hacia transporte sostenible que necesitamos”. 

Sin embargo, lo cierto es que estamos ante un proceso largo trufado de problemas y barreras para que la electrificación de la flota sea una realidad. 

Y no es que no existan. Actualmente hay más de 800 modelos de camiones pesados eléctricos en todo el mundo, si bien es cierto que España no están todos disponibles. Pero sus costes siguen siendo elevados sobre todo para las empresas de menor envergadura. “Los camiones eléctricos son, de entrada, más caros que otros modelos. Sin embargo, durante su vida útil, el coste de mantenimiento es inferior y el coste de uso es mucho más eficiente”. 

Pero la falta de infraestructura adecuada para la carga de estos grandes consumidores eléctricos  está retrasando notablemente. Como señaló Jesús López, responsable de Movilidad Urbana de Iberdrola, “si no hay infraestructura no hay camiones, eso es así”, y por eso desde la compañía trabajan para que sea una realidad, “asumiendo riesgos e invirtiendo para que sea una realidad”. No obstante, estamos ante una tecnología en desarrollo y “no hay una clara demanda de cómo se va a desarrollar el sector y cómo va a ser la infraestructura necesaria”. Porque, como señala el propio López, “es muy importante recordar que el tamaño de las batería de los camiones es sustancialmente más grande que la de los coches. Necesitamos mirarlo todo a largo plazo y por eso estamos trabajando en estos años en nuevas estaciones de carga en curso, con conectores industriales para camiones eléctricos. Con esta tecnología podemos cubrir las necesidades de los operadores de transporte, que paren cada 4 horas y media durante 25 minutos para cargar las baterías y llegar al destino o al siguiente punto de carga”, explicó, no sin antes volver a insistir en que se trata de una inversión “enorme”, por parte de todos.

Alfredo Sánchez Vicente, que en ese momento eera director general de transporte terrestre del Ministerio de Transporte, aseguró que si bien desde el Gobierno animan a esta transición, “no puede decir si hay que inverir en esto o en aquello porque no disponemos de esa capaidad de inversión. Sí que existe un programa para cubrir un máximo del 60% del coste que ha tenido mucho éxito. Además, las opciones de vehículos eléctricos han crecido y que cada vez más administraciones, locales o regionales, apuestan por este tipo de vehículos eléctricos para, por ejemplo, las tareas de residuos, o en autobuses que prestan servicios interurbanos”. Para Sánchez Vicente estamos ante un periodos “muy interesante en términos de transición y cuidado medioambiental” y resaltó cómo ha evolucionado el sector gracias a las múltiples mejoras tecnológicas.

Geopost, que en nuestro país opera bajo la denominación de Seur, tras su adquisición en agosto de este mismo año, ya ha comenzado la electrificación de su flota en diferentes países europeos. Así explicó su portavoz, Cary-Ann Allen cómo están trabajando en ello. “Desde un punto de vista operativo es perfectamente posible trabajar con camiones electrificados. Tenemos dos camiones eléctricos ahora mismo y a finales de año llegaremos a nueve. caso de negocio porque realmente camiones son 3 o 4 veces más caros. Lo que hemos hecho para rentaibilizar estos camiones que evidenemtente suponen una mayor inversión es adaptar nuestra forma de trabajar a las horas de carga necesarias. Además del beneficio medioambienta, aseguró Allen, quiero destacar el beneficio social y el gran feedback de los conductores que ya han trabajado con estos camiones. Sin embargo somos conscientes de que hay mucho camino por recorrer. 

Pero, ¿qué dicen los fabricantes? ¿Hay realmente un mercado que esté interesado en la compra de camiones eléctricos? Emilia Käck, de Scania, insistió en que estamos ante un mercado de crecimiento gradual. “Podemos ver un mayor desarrollo en aquellas zonas donde está incentivado el uso del transporte sostenible”.

“Europa está muy interesada pero es evidente que esta electrificación está condicionada de otras cuestiones como carreteras e infraestructura”

Para Jesús López, de Iberdrola, es necesario que desde las administraciones se realice un esquema de incentivos, pero también de infraestructuras y de ubicaciones y conexiones a la red. “Hasta ahora se han desarrollado planes pensando en el tamaño de las ciudades, pero no se había concebido para electrificar el transporte”. Pero cuando tienes un proyecto así, el primero paga la factura pero el segundo ya tiene precio paraguas por conectarse a la red, hay que pensar en ello, un reto no solo debido a la tecnología sino cómo se van a utilizar estas infraestructuras. “Estamos hablando de una energía producida localmente y limpia, que nos permita no exponernos las crisis mundiales de petróleo o gas.”, insistió López que, pidió a la administración ayuda para acelerar los plazos.

El consejero delegado en Holanda de la empresa de transporte de viajeros Arriva, Anne Hettinga, ha lamentado también los tiempos de entrega de autobuses eléctricos, así como la falta de capacidad de "ciertos países" para asegurar su recarga. Descarbonizar el transporte es una oportunidad para reducir las emisiones que no se puede perder y transformar las flotas de autobuses "es lo mejor que podemos hacer", según Hettinga, que ha pedido liberalizar los transportes públicos para hacerlos más atractivos y reducir el uso del vehículo privado.

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